martes, 20 de agosto de 2013

Monologos



MONÓLOGOS

ZEUS

Yo soy para los griegos Zeus y para los romanos Júpiter, pero ustedes se preguntaran porque dos nombres, pues la respuesta es sencilla: los romanos se dedicaron a copiar gran parte de las tradiciones de los griegos, pero con la diferencia que les cambiaron los nombres a algunas como por ejemplo a nosotros los dioses, en fin soy venerado por dos civilizaciones, lo cual me hace más grande y mantiene mi vida eterna y la de los demás dioses.
Comenzare a contarles primero como me consolide como el dios más poderoso de todos los tiempos, disculpen mi poca humildad, pero soy Zeus.
Bueno empecemos. Todo comenzó cuando Cronos, mi padre, uno de los doce titanes, decidió casarse y tener hijos. Para cumplir con esto acordó unirse con Rea, mi madre, y una de sus  hermanas y así formar una familia.
Sin embargo, Gea, mi abuela, le conto que sobre su vida pesaba una profecía, que decía que uno de sus hijos le quitaría el trono de la misma manera como él se lo había arrebatado a su padre, ustedes se imaginan el susto de ese man, con ganas de tener hijos y para saber que le iba a pasar lo mismo que a su padre, que cosa tan horrible.
Pero mi padre no se iba dejar quitar el trono así de fácil, pues resolvió que cada vez que mi madre diera a luz se comería de inmediato la criatura traída al mundo, y así fue, de manera inmisericorde, se comió a mis únicos cinco  hermanos que tengo. Ellos fueron Deméter, Hades, Hera, Hestia y Poseidón.
Metis, mi prima  la diosa de la sabiduría, me enseño desde pequeño a ser sabio. Precisamente por esto pude llegar a ser el dios más importante, que gobernaría sobre todos los demás.
Cuando estuve hecho todo un hombre, decide salvar a mis hermanos, los cuales se encontraban en el estomago de mi padre, ya que se los había tragado enteros. Con ayuda de Metis y de mi madre, se maquino un plan para derrocar a mi padre.
Fue tanta la ira de mis hermanos que no fue difícil convencerlos de ayudar para acabar con mi padre. Y fue entonces cuando comenzó la batalla más violenta de que se tenga noticia.
Todos los titanes se unieron a Cronos y desde el monte Otris comenzaron a atacarme a mí y a mis hermanos. Nosotros nos atrincheramos en el monte Olimpo. La batalla no tenia fin eso duraba y duraba. Ellos nos atacaban y nosotros respondíamos.
 Entonces, al ver esto, Gea, mi abuela, me aconsejo de que me dirigiera al tártaro donde se encontraban los innombrables, los hecatonquiros (Coto, Briareo y Gigas) los cuales tenían cincuenta cabezas y cien brazos. También se encontraban los ciclopes (Brontes, Esteropes y Arges), ellos me regalaron el trueno, el rayo y el relámpago;  a mi hermano poseído le dieron el tridente y a hades un yelmo que lo hacía invisible.
Cuando les dije que si me ayudaban a derrocar a mi padre y a los demás titanes ellos no dudaron en aceptar, ya que Cronos no los había rescatado de su prisión cuando el destrono a su padre.
La batalla termino y entonces ordene que se tomaran presos a los titanes y que los encadenaran a todos, excepto a Atlas, hijo de Japeto, y antes de enviarlos al tártaro castre a mi padre, tal cual como había sido él con el suyo.
Desde entonces se les encomendó vigilar las puertas del Tártaro para evitar que alguien pudiera huir de ese espantoso lugar.
Ahora les contare como soy en la actualidad. Primero comencemos por la parte que siempre llevo conmigo la Egida (escudo impenetrable que puede transformarse en lo que yo quiera) y el rayo, el trueno y el relámpago.
También controlo muchas fuerzas de la naturaleza, como la lluvia y algunos vientos.
Soy muy sabio, pueden preguntarme lo que quieran, que se les responde. Pero mi gran debilidad son las mujeres, es que no me puedo negar a su atracción, son seres muy poderosos en cuanto en enamorarme.  Me gustan las mujeres hermosas, ya sean diosas o inmortales, su compañía es algo que disfruto mucho.
Soy el padre de los hombres y los dioses, soy el prudente, soy el de amplia mirada, porque todo lo puedo ver, me escucharon bien, todo lo puedo ver. Soy el conocedor de todos los designios inmortales. Rijo todos los cuerpos celestes: los planetas, las estrellas, las constelaciones y todo lo que se encuentra en el cielo. Además ordeno las leyes, hago cumplir los juramentos y dicto los oráculos.




GEA

Soy la gran madre tierra, Gea es mi nombre, yo soy la que surgió del caos, soy el eterno e inquebrantable sustento de TODO;  yo sola engendre a mi hijo Urano el dios del cielo y con el cual después hice mi esposo, con el engendre a una nueva generación, esta fue de los titanes que fueron doce: seis lindas niñas: Tetis, tea, Temis, Mnemosina, Bebe y Rea.  Y Mis Seis Lindos Niños: Océano, Ceo, Crio, Hiperón,  Janeto y el más valiente de todos Cronos.
Tuve también con el los ciclopes Seres Que Solo Poseían un Ojo Eran tres: Brontes, Asterapes y Arges; También Engendre a los hecatonquiros, de cuyas espaldas salían cincuenta pares de brazos también eran tres: Briareo, Coto y Gias. Urano se sentía avergonzado de  los hecatonquiros, así que los encerró en el tártaro; un Sitio Tormentoso de eterno sufrimiento, el mundo de las profundidades de la tierra y oscuridad donde no verían jamás la luz del sol; Por El Contrario a los ciclopes los dejo vagar libremente por la tierra.
¡Yo no permitiría esto! ¡Eran mis hijos! Y yo los amaba Yo estaba triste y encolerizada así que llame a los titanes para que me ayudaran y se revelaran contra su padre. Al Principio Todos Tenían Temor, pero sin embargo mi hijo cronos, el menor de los Titanes se armó de valentía y me dijo que me ayudaría. Cronos siempre había tenido una mente retorcida, el más valiente y poderoso de mis hijos.

Para el suceso le forjé yo misma una hoz de acero muy brillante y se la entregue a cronos, luego mi hijo espero a que Urano pasara conduciendo la noche y cuando estaba confiado y se hecho a descansar, le tendió una emboscada y sin pensarlo dos veces mi hijo lo castro y luego lanzo sus genitales al mar, de las gotas de sangre derramadas sobre mi surgieron los gigantes, además de ser enormes, siempre estaban armados con lanzas largas y espadas, las Erinias también llamadas las furias, eran las criaturas más temidas por los mortales.







NEMESIS

Soy la diosa Némesis, la diosa de la justicia retributiva, la solidaridad, la venganza y la fortuna.
Muchos me han descrito como la hija de océano(por pausanias) o Zeus. Por su parte, hesíodo me cree hija de la oscuridad y la noche (Ereba y Nix) mientras que el dramaturgo Eurípides afirmaba que mi padre era el mismo.
Castigo a los que no obedecían a aquellas personas que tenían derecho a mandarlas y sobre todo, a los hijos desobedientes a sus padres. Además otra de mis funciones es la de recibir los votos y juramentos secretos de amor y vengo a los amantes traicionados por la infidelidad o el abandono de sus amantes.
Mis castigos suelen tener la intención de dejar claro a los hombres que, debido a su condición humana, no pueden tener mucha suerte, ni deben alterar ya sea con buenos o malos actos, ante todo el equilibrio del universo.
Vigilo la correcta distribución de la felicidad y el derecho y, por lo tanto, también me encargo del justo castigo por los delitos cometidos y por la soberanía humana.
Soy una de las deidades primordiales de la mitología griega, esto significa que no estoy sometida a los dictámenes de los dioses olímpicos por ser anterior a ellos.
Fui perseguida y amada por Zeus, y para poder librarme de el opte varias formas, entre ellas pez, ganso y cisne, y finalmente termine transformándome en un oca. Pero como Zeus fue más listo que yo, se transformo en un cisne logrando así alcanzarme y poseerme, y fruto de esta unión, pude concebir un huevo; el cual fue entregado por medio de unos pastores, a Leda, reina de Esparta, para su crianza y cuidado. De este huevo surge helena de Troya y los dioscuros (Castor y Pólux).

Soy representada con una corona y a veces con un velo que me cubre la cabeza, suelo llevar una rama de manzanas en una mano y una rueda en la otra. A veces, en algunos monumentos griegos de la corona sale un asta de ciervo para indicar la prontitud con la que doy a cada unos lo que le corresponde. La flor narciso adorna también mi corona como símbolo de una joven demasiado orgullosa enamorada de su propia hermosura.
En muchas representaciones aparezco con alas para expresar la celeridad con la que atendía todas mis funciones, y suelo aparecer armada con antorchas, espadas y serpientes como instrumentos de mi venganza.











1 comentario:

  1. me ayudo mucho en vez de ponerme a usar el cerebro solo lo copie y pege

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